¿Cómo mantener unas encías sanas?
Desde pequeños nos dicen que es fundamental cepillar los dientes durante dos minutos dos veces al día para mantenerlos sanos. ¿Pero qué pasa con nuestras encías?
Una buena higiene bucal depende tanto de la salud de las encías como de la de los dientes. Tener unas encías sanas es vital para mantener la salud de tu boca en general: pero ¿sabes cómo identificar si tus encías están sanas o no?
¿Cómo puedo saber si mis encías están sanas?
La salud de tus encías es un reflejo de tu salud general. Por lo tanto, es esencial prestarle atención a diario. Afortunadamente, no es tan difícil realizar un rápido chequeo de la salud de tus encías. Observando el color y la textura de tus encías, podrás detectar cualquier anomalía lo antes posible. Descubre cómo identificar unas encías sanas en función de su aspecto y nuestros consejos para mantener una buena salud de las encías.
El color de tus encías y su impacto en la salud
Descubre a continuación qué significan los diferentes colores de las encías y cuándo debes empezar a actuar.
- Rosa: Las encías rosadas están bien cuidadas.
- Marrón: Tus encías también pueden ser naturalmente marrones si tienes la piel oscura1. Para comprobar que están sanas, puedes observar su textura: deben parecer suaves y firmes, independientemente de su color natural.
- Rojo: Las encías rojas son un signo de inflamación o infección, por lo que es necesario que acudas pronto a tu dentista. Esto puede significar que tus encías son sensibles y propensas a sangrar cuando te cepillas2.
6 consejos para mantener las encías sanas
Cepillarse durante 2 minutos dos veces al día
Cepillarse durante al menos dos minutos cada día es esencial para eliminar la placa, ayudar a prevenir la acumulación de sarro y cuidar las encías3. Si eres propenso a tener problemas de encías, elige un cepillo y una pasta de dientes especialmente diseñados para prevenirlos. No te olvides de cepillar suavemente las encías al mismo tiempo.
Utiliza herramientas de limpieza interdental
Se recomienda utilizar el hilo dental, los palillos interdentales o los cepillos interdentales después de cada cepillado para desalojar las partículas de comida atrapadas entre los dientes y para limpiar las zonas en las que la placa puede acumularse fácilmente entre los dientes y bajo las encías, lo que puede provocar un sangrado ocasional.
Su uso se recomienda para mantener las encías sanas y para llegar a las zonas a las que no llega el cepillo de dientes. Pasa el hilo dental con cuidado alrededor de cada diente en forma de C, moviéndose hacia adelante y hacia atrás.